Internet modificó nuestra manera de vivir. Los personajes de Disney lo saben muy bien.
Internet: es fantástico. Un lugar místico donde todo parece posible, donde la información está, literalmente, al alcance de tus dedos, donde todo el mundo se puede conectar en cuestión de segundos y los gatos son muy populares. Es difícil creer que hubo un tiempo antes de que existiera Internet. Estamos aquí para mostrarte cómo era la vida en ese entonces, por supuesto, siempre con la ayuda de tus personajes favoritos de Disney.
Teníamos que investigar… en libros.
El rostro de Bestia lo dice todo.
Mantenerse en contacto con amigos era difícil.
Este mensaje no nos va llegar nunca, ¿verdad?
Pedir comida requería hablar con alguien. POR TELÉFONO.
Lo. Peor.
Teníamos que interpretar mapas complicados.
Y si estos estaban dibujados en la camisa de tu padre, era mucho más difícil.
Teníamos que adivinar a qué princesa de Disney éramos más similares.
No había trivias rápidas para decirnos. Era la Edad Media.
Teníamos que salir.
Muy bien, aún nos gusta salir. Pero en aquel entonces no teníamos elección.
Cuando íbamos a una cita a ciegas no teníamos manera de ver la foto de nuestra cita de antemano.
¿Te imaginas?
No podíamos copiar y pegar en traductores de idiomas para la clase de inglés.
A efectos prácticos, consideraríamos los ladridos de un perro como un lenguaje.
Nuestras manos se llenaban de tinta después de tomar notas.
Sí, lo que tiene Doc en las manos es suciedad. Usa tu imaginación.
Teníamos que llegar a conocer a la gente.
No podíamos curiosear en las redes sociales o juzgar por las apariencias (excepto a nuestros fanáticos; ustedes nos caen bien automáticamente).
No había spoilers.
Esto es una representación exacta de lo que sentimos cuando alguien nos estropea el programa favorito.
Teníamos que ir a comprar ropa en persona.
Comprendemos su frustración, señoritas.
Hacer contacto visual en público era la norma.
Es la forma en que una persona sabe que lo estás escuchando.
No podíamos mirar las reseñas de los restaurantes antes de hacer la reserva.
…este no era exactamente el ambiente que estábamos esperando.
Cenábamos en la mesa con nuestros padres en lugar de comer comida chatarra enfrente de una pantalla.
Está bien, también comíamos comida chatarra. Pero solíamos hacerlo en una mesa, con otras personas.
Y, sin embargo, había un vacío en nuestras vidas que nada podía llenar. No sabíamos que tenía un nombre: Internet.